miércoles, 26 de noviembre de 2014

Flashback

Llevo demasiado tiempo sin escribir aquí. La verdad es que tengo esta cursilería de blog, a ratos depresiva, un poco abandonada. Pero en fin, supongo que así es la vida del universitario.
Pero hoy estoy aquí por un par de razones bastante concretas:

1-. Pues que es mi blog, tiene bastante sentido que escriba. Esto no ha tenido mucho sentido. Ni gracia, no era necesario que lo pensarais.

2-. Por otro lado es que, al salir de la ducha después de quedarme dormido ahí dentro (sí sí, en la ducha, me he sentado un momento porque al calorcito del agua al borde de la ebullición se está tan a gusto y...), he encontrado rebuscando en mis cajones una carta.

La escribí hace un año y medio, más o menos, quizá... fue una de esas cartas que escribo a veces, simplemente para expresarme dirigiéndome hacia una persona pero sin llegar a pensar en ningún momento en mandarlas realmente. La carta (ahora empapada porque recordé donde estaba nada más levantarme de mi sueño pasado por agua y si no la cogía nada más salir se me iba a olvidar) dice así:


"¡Hola hola hermanita!
(Comentario: como narrador en el presente voy a ir poniendo estos comentarios así, entre paréntesis, para dejar en evidencia mi modo de escribir de entonces y las cosas que decía. Sí, he hecho un comentario para decir que voy a hacer comentarios. Sí. Y sí.)

La verdad es que no sé que decirte porque es la primera carta que te escribo, pero no sé, me apetecía escribirte.
Lo único que tengo que decir, la verdad, es que ha sido increíble conocer a una persona como tú en un grupo random Avenged de twitter (Y a día de hoy me sigue sorprendiendo, para qué negarlo. Lo que le debo yo a ese grupo...). Es una de esas cosas por las que nunca apostaría pero mira, ha pasado. Y no sabes cuanto me alegro, la verdad. Nunca había conocido a alguien tan tan tan parecido a mí, en forma de pensar, en forma de sentir, en... en todo! Si es que no te llamo "hermanita" por nada, eres como yo pero en chica y en guapa jajajaja.
Creo que voy a aprovechar para decirte todo lo que en apenas unos meses te he empezado a querer, que si te lo digo por el grupo la gente se malpiensa y tu novio viene a mi casa y me pega, y no queremos eso, no no.
Aunque quizá debiera.
(Veis? Lo veis? Ya entonces era tonto)
Nah, es broma, ya lo sabes jajajaja no eres la única "ocupada". Aunque probablemente algo entre nosotros iría acojonantemente bien. Creo que no te voy a mandar esta carta. ¿Por qué estoy hablando yo de eso? Me gustan los trenes. Patata.
(... sin comentarios)
Por si acaso se me va la olla y mando esto, no me lo tengas en cuenta, ¿si? Sabes que sobre todo eres mi hermanita pequeña, y eso no va a cambiar, se me pase lo que se me pase por la cabeza, mis mil ideas estúpidas y esas cosas.
En fin, me da que he escrito muchas tonterías ya. Estoy deseando conocerte, darte un abrazo y llevarte a caballito como dijimos el otro día (sabré cómo se llama tu pueblo cuando te pregunte tu dirección para mandarte esto. Me enviaré por correo exprés, te raptaré y huiremos al Sol)
(Eso último era un paréntesis de la carta. Madre mía, paréntesis para aclarar paréntesis. No debo escribir tan tarde, pasan cosas... dejemoslo en extrañas)
En fin, peque, que eres una de las mejores cosas que me ha pasado este último año, y que te quiero un montón, mucho más de lo que te imaginas.
Siempre se me ha dado fatal despedirme cuando escribo, por eso no suelo mandar cartas. No sé si hacerlo con un "adios", pero es muy seco y frío, o con un "hasta ahora", pero el "ahora" de la carta se lee días después del "ahora" de cuando lo escribí y es un lío y el que se está haciendo un lío soy yo. Así que imagina como si esto fuera el final de una canción y la carta se fuera apagando poco a poco, ¿vale? Así no me despido"

Es curioso, sigo teniendo ese problema al terminar una carta. Bueno, por lo menos ahora tengo una ventaja: Ahora las cartas las puedo terminar con un "te quiero", ¿verdad, cariño?
Hace un año y medio, casi dos, ya fantaseaba contigo. Siempre fuiste una chica especial, tan especial que estabas en mi lista de "ni lo sueñes Toñin". Pero fíjate como es la vida, que hasta los sueños más estrambóticos se hacen realidad a veces... y esta es una de esas veces donde, no solo se cumple, sino que me da la vida cada día también.
¿Sabes? En realidad desde entonces no ha cambiado nada. El amor va más allá de una relación, es querer hacer feliz al otro, sea como sea, a la distancia que este de deje. Y ya desde entonces te quería. Y por eso ahora nada ha cambiado: antes, como ahora, intentaba hacerte feliz. Solo que ahora... pues tú me quieres también, se cumplió mi sueño, y todo es mucho mas bonito de como me lo imaginaba entonces.

No es solo el tiempo que llevamos saliendo, eso es lo que más me gusta. Llevas tanto formando parte de mi vida que ya me parece que te conozco desde pequeña. Eso es lo que más me gusta, que ya tenemos el "de toda la vida", ahora solo nos falta construir el "para toda la vida". Que no es algo que se haga ni en un día ni en un año, sino todas las mañanas y todas las noches hasta que me muera y tu, si día a día te he vuelto a enamorar, sigas ahí.

Así que habrá que ponerse a la obra, ¿no? Ya eres mi pasado, ahora toca el presente.

martes, 28 de octubre de 2014

Todo acaba de empezar

-A ver, escritor del tres al cuarto, vas a contarme qué pasa por tu cabeza de una vez?

No separé la vista del folio, aún a medio rellenar, con letras mal garabateadas y un par de manchas de café en la esquina superior derecha.

-Muy bien, juguemos al juego de siempre pues... otra carta, ¿verdad? ¿Cuántas has escrito ya sin ser capaz de mandar? ¿Docenas? ¿No te cansas?

Le miré con cansancio y sonreí levemente, como siempre.

-¡Bueno, bueno! ¡Esto es una mejora! Te has acordado de cómo se sonreía, bien. Ahora solo tienes que recordar un por qué.
-No juegues a conocerme, rubiales.- Me reí más sonoramente-. No estoy mal.
-Ah, ¿no? Tú, con la cabezota que tienes, ¿y pretendes convencerme de que no te duele un "adiós"? Te conozco desde hace demasiado tiempo, no juegues conmigo.
-No va de coña, es en serio.-Sonreí más ampliamente-.
-Sorpréndeme, pues. ¿A qué se debe?
-A que no sé de que "adiós" me hablas.

Se rió de mí. Como siempre.

-Creo que no te sigo, amigo.
-¿Recuerdas esto?

Saqué un medio folio impreso del bolsillo de la chaqueta y se lo pasé.

-Lo difícil es olvidarlo. He leído tantas veces este "Quizá sea un día, quizá toda la vida" pegado en tu pared que a veces hasta sueño con él.
-Pues eso.
-¿Pues eso qué?
-Que elegí el "toda la vida".
-Pero cortasteis.
-Ya.
-Pues eso
-¿Pues eso qué?
-Que se acabó.
-¿El qué?
-¡Todo!
-¿Pero qué tonterías dices?
-Me estás dando dolor de cabeza...
-¿Por qué piensas que por eso va a terminar todo? -Volví a reír, esta vez de verdad-.

No, todo acaba de empezar.

Cogí el folio que tenía a medias, lo doblé y me lo guardé donde antes llevaba el otro. Ya no lo necesitaba. Ya no había "quizá", ahora solo queda vivir al día. 
¿Que cómo? Buena pregunta, yo también me lo preguntaba. La verdad es que no tenía ni idea.
Supongo que todo seguiría a su lado como siempre, pasándolo como nunca.
Cuando quieres a alguien de verdad te da igual todo lo que ha pasado y todo lo que pueda pasar, si te deja estar cerca o lejos, si "tenéis algo" o no, si es físico o no, porque lo único que te importa es simplemente estar. 
Y no ver ese vacío que te dejó al irse, sino el hueco que aún tenéis por llenar. 

Me levanté y me fui. Había quedado contigo.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Como montar en bici, nunca se olvida

Sabes? Podría ponerme a decir aquí todo eso que te digo todos los días, que me haces feliz, que te necesito... podría decirte que desde que te conozco mi vida es un poquito mejor, que ahora las mañanas se me hacen mas fáciles cuando veo tus ''buenos días'' entre bostezos.
Sí, podría decirte que sin duda eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
O podría no hacerlo. Podría ir y demostrártelo. Podría entrar en tu vida, intentar hacerte sonreír cada mañana como tu consigues hacer conmigo y agradecerte todo lo feliz que me haces con un poquito de la misma moneda. Eso me gustaría, conseguir que de una vez por toda te sintieras llena y feliz y que, aunque solo una parte pequeñita, fuera gracias a mí.
Si, sin duda eso me gustaría más. Podría intentarlo... Voy a intentarlo, vale? Me dejas? Oh, no había caído en que esta es otra de las mil cartas que te escribo y no me atrevo a mandarte... tomaré tu silencio como un ''si''.
Iba a intentar hacerte feliz de todas maneras. A fin de cuentas, así es el amor, pequeña.
Como montar en bici, nunca se olvida.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

No soy de los que dicen ''te lo dije'' cada vez que te advierto y no me haces caso, pero... te lo dije.
Supongo que lo que más me duele de esto es que todo haya cambiado.

Aprovecho para decir que voy a empezar a publicar aquí un libro, por capítulos. Leedlo si queréis y si no, pues no.

martes, 19 de agosto de 2014

Unas últimas palabras

Con las manos temblorosas,
con un suspiro del alma,
escribo los últimos versos
antes de la gran calma.

Antes de que la noche eterna
se cierna sobre mi cuerpo
y todos los galones, los trofeos,
olvidados no sean nada.

Antes de que los días, los abrazos
todas las risas y nuestros lazos.
Antes de que toda mi vida
se torne en una vacuidad insana.

Antes de que todo eso pase, vida,
y me suma en el crepúsculo del día
quería agradecerte lo que me has dado
y decirte que te quiero sin medida

A pesar del abandono, de las fatigas
a pesar de todo lo malo, fuiste mi guía
Y ahora que te vas, antes de que el ''adios'' digas
solo quiero que sepas que sin ti... no hay salida.

Y ahora se libre, enana mía.
No dejes que nada ni nadie borre esa sonrisa
La sonrisa que intenté dibujar en tu boca cada día.
Esa sonrisa que, por un tiempo, fue mía.

jueves, 17 de julio de 2014

Carta

JAJAJAJAJA vale, bien, sí. Lo sé, soy muy idiota por lo que escribí el otro día- ¿Qué quieres que te diga? Hay veces que la situación me supera, soy un capullo muy débil.
En fin, hoy es distinto.
No, no estoy contento.
No, no estoy tranquilo.
Pero confío en ti.
Soy una persona muy difícil en una relación, lo estás viendo ahora mejor que nunca. Pero bueno, supongo que es como me dijo mi madre, ¿no? Siendo así al final solo quedará a mi lado quien valga de verdad.
Y eso es lo que he buscado siempre, rodearme de gente que me quiera por lo que soy y no por lo que espera de mí.
Entonces ahora, ¿cómo estoy?
Pues mira, pequeña, es muy fácil. Quiero que seas esa persona que para mí vale de verdad, que me quiere como soy y que me lo demuestra siguiendo a mi lado. ¿Será difícil? Por supuesto, no te voy a engañar. Soy un idiota.
Pero míralo por el lado bueno, soy un idiota que nunca se irá de tu lado si tu no te vas del mío.
Como he dicho antes, no estoy contento ni tranquilo. Pero confío en que no te vayas. Quiero que me quieras con mis errores también, por muchos que sean.
Esto no me da derecho a ser un imbécil, ¿vale? Intentaré mejorar a tu lado, hacerlo lo mejor posible para que tú también seas feliz, porque al fin y al cabo es lo único que quiero.
¿Y por qué te escribo esto por aquí? Porque esta es una de esas miles de cartas que sé que no leerás. No quiero que esto se quede en un simple papel y ya, como por arte de magia, todo irá bien. Todo esto quiero que el tiempo lo diga. Ver que me quieres día a día estando a mi lado a pesar de las gilipolleces que pueda llegar a decir, como estos días atrás. Lo escribo aquí porque esta es una de esas miles de cartas que no me atrevo a mandarte por miedo a ser pesado pero necesito escribirte porque si no exploto yo.
Creo que ya empiezo a entenderte, María. No puedo decir que seas el amor de mi vida. pueden pasar muchas cosas... pero sin duda quiero que lo seas. Y eso se demuestra como me lo estas demostrando tú. Llamándome ''idiota'' tras cada rayada mía y aguantándome como nadie más lo ha sabido hacer.
Cómo también dijo mi madre ayer, si en la base pensamos lo mismo da igual cuán diferentes seamos. Aunque necesitemos cosas totalmente distintas lo importante es que andemos en la misma dirección.
Yo intento ser el hombre de tu vida día tras día, espero que con eso baste.

Y ya, voy empezar a escribir sobre otro tema que os tengo que tener cansados con esto al resto. O no, ¿qué mas da? Es mi blog y escribo lo que quiera, para eso me lo hice. En fin, ya veré como sigue.

martes, 15 de julio de 2014

Desvaríos.

Pufffff... Y qué escribo yo aquí. Todo lo que tenía que decirte te lo he dicho ya... a veces pienso que demasiado.
Sí.
Sí! Buena idea, voy a hablar sobre eso.
Voy a hablar sobre lo jodidamente plasta que puedo ser cuando estoy enamorado.
Mirad, para los afortunados que no vais a tener que sufrirme en ese estado: Yo soy una persona muy cariñosa, me gusta mostrar afecto. Pero sobre todo soy muy cercano. Muy muy cercano. Y muy sincero. En definitiva, que tengo a la pobre María avasallada a mensajes largos todo el día explicándole lo feliz que me hace.
Y Joe! Todo lo que escribo es verdad, pero sobre todo ahora que ella está en Asturias creo... que me estoy pasando un poco. No sé, quizá le guste de verdad y todo, pero sabiendo como es ella la verdad es que lo dudo.
(Estoy recordando por qué estoy escribiendo esto... ah! Sí, era una pésima justificación para no sentirme mal conmigo mismo)
La cosa es que yo quiero que me conozca. Quiero que sepa qué se me pasa por la cabeza, no tener secretos... quizá lo lleve todo muy al extremo. Pero es que si no, ¿Qué hago? Ya he aprendido a disfrutar de ella cada día como si fuera el último. Y me preocupo por el futuro, sí, pero no como antes. Es lo más importante que me ha enseñado. No quiero ser el amor de su vida, quiero ser su amor de cada día, todo los días. Para eso tengo que enamorarla día a día, quiero sacarle miles de sonrisas tontas como en las pelis... ¿Yo qué sé?
La cosa es que siento que lo hago fatal! Me faltó el cursillo de cómo hacer feliz a una mujer... no noto que lo consiga y me mata mucho, en serio.
La verdad es que sigo sin saber por qué estoy escribiendo esto a pesar de todo. Supongo que necesitaba sacarlo todo, aunque esto no tenga el más mínimo valor literario, solo sea un amasijo inútil de palabras...
Yo solo hago lo que me gustaría que hicieran conmigo, no se actuar de otra manera... Un ''te quiero'' desinteresado, sí, eso estaría bien, un ''me acuerdo de ti a todas horas'' o un ''estoy contigo aunque no me veas''. Intento darle todo eso porque es lo que a mí me haría feliz cada día hasta poder tenerla cerca, pero no sé si lo hago bien. No sé si le gusta, no sé si es la forma de querer que ella busca.
No puedo decir que ahora esté más distante porque... es normal, ¿no? Es lo que tiene estar en otra ciudad de fiesta continua. La física va en mi contra, hay kilómetros de separación, pero...
Aunque no lo parezca, a mí me cuesta muchísimo abrirme. Así que cuando por fin consigo hacerlo con alguien... me entusiasma. Me abro mucho. Por eso la escribo tanto, por eso soy tan plasta.
Creo que ha llegado la hora de irme a la cama y dejarme de gilipolleces nocturnas. Supongo que a poca gente le interesará leer esto pero, joder, lo necesitaba.
Lo necesitaba porque aunque viva el día a día con ella no ha dejado de ser el amor de mi vida. Me da pánico perderla por una tontería así. En fin, buenas noches.